martes, 28 de octubre de 2008

Comentario del concurso de Motoveleros del 26.10.08



Viendo que no había muchos anotados con la convocatoria hecha con anterioridad, Optamos por llamar a los amigos que nunca fallan, sobre todo cuando uno les dice que a la noche vamos a cocinar un lechón. Por lo tanto, pudimos contar a la hora de largar el concurso con 11 participantes con los más diversos modelos. Dado el viento reinante a medio día, optamos por almorzar y esperar a las últimas horas de la tarde, el día era magnifico, bien soleado, pero no se podía volar muy bien, sobre todo porque la mayoría estaba falto de entrenamiento. Pero  luego de hecha la digestión, a las l6hs, pudimos comenzar.

La  competencia fue muy entretenida, sobre todo porque a la hora de acertar el centro, fueron muy pocos los que no tuvieron descuento y además, al no poder controlar los motores, casi todos se pasaban de los 5 minutos con los consiguientes descuentos.

De todos modos, hubo un ganador que fue Norberto Casá quien se llevó además del trofeo, un motor PAW de 2,5 cc. Donado por la organización del concurso. En el segundo puesto, hubo de colocarse Jerónimo Sánchez, quien además del trofeo obtuvo dos micro servos. Y en el tercer puesto, completando el podio, se colocó Claudio Marchitelli, quien recibiera además una botella de  Luigui Bosca , la cual se negó a compartir.  Cabe destacar, que todos los participantes recibieron, además de su trofeo, materiales que gentilmente aportaran Carlos Menéndez y Hugo Tizón de la Casa Aero Sur, consistentes en servos, varillas de carbono, madera balsa, etc. No así el vino, que con todo el dolor del alma lo aportó la organización.

Una curiosidad que quedó como destacable, fue el modelo presentado por Carlos Menéndez, consistente en un pequeño biplano bimotor eléctrico el cual pudo controlar muy eficientemente una vez que el viento se hubo reducido. Todo el concurso se desarrolló sin inconvenientes hasta casi entrada la noche, en que se dedicó la concurrencia a despachar el lechón que estaba a punto y con el “entelado” crocantito, regado con tinto del bueno, terminando todo con la habitual  Pasta Frola casera.

Lo importante de todo este evento, es que hayamos podido reunir a una cantidad de amigos deseosos de volar sus modelos con muy pocas restricciones y por sobre todo divertirse en un ambiente de camaradería que seguramente, cuando se organice un evento como éste, verá incrementada su concurrencia. 

JL

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